sos el individuo mas al pedo del mundo nùmero

16/1/13

Antes que abandonar, siempre preferí ser abandonada. Es mas cómodo. Nunca me sentí preparada para abandonar, ni mucho menos consideré que tenia el derecho para decirle a una persona "¿Sabes qué? No quiero verte mas. Dejaste de gustarme, dejé de quererte, encontré algo mejor. Prefiero esta sola ante que estar con vos" ¿Quién es uno para humillar así a otro ser humano con el que ha compartido comidas, salidas, y camas? ¿Con qué autoridad puede uno lastimar al otro? ¿De donde saca semejante seguridad? ¿Quién tiene la valentía para decirle al otro: "No va mas"? Yo siempre fui una cobarde. Cuando un hombre dejó de gustarme, cuando sentí que el amor había terminado o había conocido a otro y no me parecía buena idea o no tenia tiempo para salir, escapaba. Me parecía el mejor plan: dejar de llamar, no invitarlo a lugares, tener otra cosa para hacer antes que estar con él, tardar en contestar sus llamadas o directamente no contestarlas. Esa cobardía, a la larga, me daba resultado. 
En muchos casos, la dirección se diluía, y así evitaba el fin trágico, la novela exagerada, el tango mortal. Es cierto que esta política a veces traía reacciones violentas: "No me llamás mas, nunca podes verme, ya no es lo de antes ¿Qué es lo que está pasando?". Y al no tener respuestas a sus preguntas, el hombre no tenia otro remedio que abandonarme. Tarea cumplida. Que te abandonen es mejor. No digo que sea el momento mas feliz de la vida, pero el culpable es el otro. Te cita en un bar, una plaza o bajo un techo y esgrime razones: el famoso "necesito un tiempo", el trillado "estoy confundida", el doloroso "ya no es lo de antes". Y así, uno empieza un itinerario por amigos, analistas, soledades, viajes. ¿Alguien leyó una novela en la que el protagonista abandone? ¿ Conocen una canción en la que el estribillo rece "te dejo porque conocí a otra"? ¿Qué tipo de conversación se puede mantener con alguien que abandona?
- Dejé a mi novia
- ¿De verdad? ¿Y por qué?
- No daba para más. Algo se rompió
Fin de la charla
Sin embargo, el dialogo con un abandonado no tiene fin
- Me dejó
- ¡No te puedo creer! ¿Por qué?
- No sé. Él dice que necesita un tiempo, pero no le creo. Me parece que tiene otra y no me lo dice para no lastimarme. No lo puedo creer. No me imagino la vida sin él
- Para mi va a volver
- No creo. Lo vi muy seguro
Y así, la charla puede seguir por horas y repetirse en cada encuentro. La excepción a esta teoría es el hombre malvado que se deprime cuando abandona ¡Y lo dice!
- La dejé, estoy tan mal..
- ¿Y por qué la dejaste entonces?
- La quiero, pero no puedo seguir con ella. Las cosas no son 2+2
¿Por qué amamos a una persona y, de repente, no? ¿Qué tan diferentes son las personas que, cuando una nos abandona, nos cuesta encontrar a otra? ¿Por qué asusta tanto la soledad?
En fin, preguntas que nos hacemos los que alguna vez fuimos abandonados. Los que abandonan no se preguntan trivialidades, ya están disfrutando de su vida con su nueva pareja.

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