sos el individuo mas al pedo del mundo nùmero

7/9/16

Gustavo Cerati usó su cabeza como un revolver. Durante años. A consciencia. Lo sabía. Lo dijo. También dijo que no iba a parar, que los vicios eran parte de él. No paraba en ningún sentido. Quizá él sabía que esto iba a ser causa/parte del final, pero no necesitaba más: «la esencia es más visible» y la música es eterna.
Todos sabíamos lo que iba a pasar, eso no quita tener esperanza, pero no estoy para leer más ningún "nadie lo esperaba". Lo que no esperamos fue el ACV, el coma, estos años. Estoy segura de que jamás hubiera querido dejar de hacer y escuchar música. No sé si hubiera podido seguir con ello de haber despertado, probablemente no, el daño ya era muy grande. Sabíamos lo que iba a pasar. 
«Hasta que un día no dio para más», se entregó pleno en mente, cuerpo, alma y vida entera a todo lo que hizo, con pasión, convicción, caos y un talento inmenso, irrepetible, insuperable. Por eso nos dejó música hasta el infinito. Nos enseñó, entre miles de cosas, que «poder decir adiós es crecer».
«Hasta que un día no dio para más», Cerati se merecía dormir. Se merecía PAZ, «separarse de la especie por algo superior» (que no es soberbia, sino amor). Sí, (y no, no es un cliché): gracias totales, totales en serio, «dejaste tanto en mí», en todos.